La publicación de Grandes Hits (antes de los 18), primera referencia física en la carrera de Rojuu y también el punto de partida de una nueva etapa como integrante del sello Sonido Muchacho, venía a allanar el camino de un álbum inminente, que marcará un punto y aparte en la carrera del joven artista barcelonés.
El tema que avanza ese disco es Nezuko, esplendoroso ejercicio de pop sintético cuya importancia dentro de esa nueva colección de canciones queda subrayada por su posición dentro del disco, abriendo el mismo.
A menudo se ha incidido en la influencia de la cultura juvenil nipona en la música de Rojuu, y Nezuko viene a dar aún más razones para ello: “Estoy confundido. No sé salir, llevo tiempo perdido”. Una vez más en el emocional universo de Rojuu la imaginería hikikomori se da la mano con un fatalismo romántico postadolescente. La sutil y efectiva producción desarrollada a distancia por el venezolano Carze y el vigués Oddluke hace el resto.
A tenor de este Nezuko, todo lo demostrado por Rojuu en el último lustro se queda corto en comparación con lo que está por llegar, un álbum que apunta a convertirse en uno de los fenómenos del pop nacional en 2022.