Nadie escapa del futuro. Ni siquiera los más fieles al pasado. Con “Clarividencia”, Nudozurdo ponía fin a sus siete años de silencio, pero también se reafirmaban como una leyenda viva de la escena independiente española. “Por si no os acordabais, el camino lo asfaltamos nosotros”, o algo así. Pero su post-rock shoegazer, sólido desde cualquiera de sus vértices, tampoco es inquebrantable. Hoy presentan su primer featuring, aunque no por ello renuncian a sus principios. La banda liderada por Leo Mateos se adentra en el anglicismo posmoderno inventado para transferir oyentes, pero lo despoja de cualquier connotación contemporánea: la colaboración brinda sus respetos a otra artista que, como ellos, reconocía el terreno hace una década. Las voces de Alondra Bentley (a la que es todo un privilegio escuchar en español) y Leo Mateos se yuxtaponen a una atmósfera densa, fruto de atrincherarse en el romanticismo analógico.
Nuevos comportamientos, mismos valores. Así suena “Brutalismán”, anticipo de lo que será un EP homónimo que verá la luz este mismo año. Se trata del último capitulo del regreso de la formación madrileña, fruto de las sesiones de grabación de “Clarividencia”. Aunque estas composiciones verán la luz a posteriori no son, ni mucho menos, descartes: “Brutalismán” es vertiginosa, potente y esotérica como cualquier salto de fe. Y, otra cosa no, pero tenemos mucha fe en Nudozurdo.