Alba Morena presenta ‘Yo te quiero pero’, un trabajo transgresor, diverso y travieso que reinventa lo que crees que debería ser el pop
Arturo Paniagua, periodista musical y presentador
La vanguardia muchas veces se entiende como la creación de algo nuevo, una innovación a la que se llega sorprendiendo. Y aunque a Alba Morena (Salou, 23 años) podríamos colgarle la etiqueta de vanguardista, escuchar su primer EP con Universal Music (Yo te quiero pero), debería suponer ir más allá. Porque Alba no solo crea algo nuevo, sino que además deconstruye las reglas de cualquier género musical, las aprovecha, las estira, toma referencias del pasado, y con todo construye algo genuinamente propio y único.
Alba estudia música desde los 4 años, a los 7 eligió el violín clásico como su futuro profesional hasta que en el conservatorio dio con el canto lírico y ahí todo cambió. En el Taller de Músics de Barcelona se cruzaron en su trabajo artístico el jazz y el flamenco y, más tarde, durante el confinamiento llegó la revelación definitiva: Aprender a producir sus propias canciones como forma más directa de plasmar sus ideas y expresarlas. “A día de hoy producir es como componer con muchos instrumentos”, me cuenta a la vez que reinvindica el papel de las mujeres productoras en la industria musical.
Tras un primer disco totalmente autoproducido y hecho en su casa (‘Las dos edades’, 2021), Alba ahora mira hacia arriba con ‘Yo te quiero pero’, cinco canciones en las que, teniendo más recursos, exhibe una producción meticulosa y sorprendente, totalmente a su cargo. Allí te encuentras con canciones como “Otra vez”, llenas de minuciosos detalles que, en conjunto, crean una atmósfera cautivadora y evocadora, donde el juego con las texturas vocales y la instrumentación tejen belleza y emoción. “Los contrastes los tengo mucho en la mente a la hora de experimentar”, confirma Alba.
Dicho viaje a la vanguardia no impide que Alba sea capaz, entre piruetas sonoras, de conmover su voz, tal y como queda patente en “Yo te quiero pero” (single que da nombre al EP), una especie de lamento que nos lanza a la cara el complicado equilibrio entre la vida que deberíamos vivir, priorizando nuestros sentimientos y nuestra humanidad; y la que vivimos, entre la urgencia y la premura de un sistema que nos hace anteponer el trabajo y dicha productividad incluso por encima del querer.
Hay cortes como “No me queda na” que ejemplifican la valentía y la experimentación en un panorama musical en el que parece que todo está explorado y probado, pero no. Este tema es una especie de patio de juego donde covergen la electrónica más juguetona, el pop más brillante, el vocoder, las palmas e incluso un fraseo más cercano al rap. Y Alba lo deja muy claro en la letra: “Yo he nacido pa esto, pa qué te lo voy a negar”.
Alba posee una cualidad que no es común a todos los artistas (lamentablemente), y es su capacidad para construir intimidad, confianza y cercanía desde su voz. Es lo que ocurre con la canción más personal de las cinco, “A mi hermano”, una buena demostración de todas las cosas conmovedoras y hermosas que se pueden hacer a nivel musical en poco más de tres minutos.
“Me gusta hacer la música que me hubiera gustado escuchar a los 14 años. En cierta manera la música que escuchamos es porque nos sentimos interpelados de alguna manera, encontramos algo nuestro ahí. Contar mis historias es una manera de sanar, crecer y bailar, y que la gente se vea reflejada en ellas”, afirma Alba contando sus motivaciones.
En un mundo frenético en la que lanzarse al mundo discográfico se parece más un videojuego que a una carrera llena de intenciones, propósitos y narrativa, Alba Morena plantea un enfoque prácticamente artesanal, hecho con sus propias manos, donde combina referencias artísticas muy diferentes (imagínense una lista en la que se nombran por igual a Mecano, James Blake o Radiohead o Jockstrap) para extraer belleza de la diversidad y lo inesperado. Si me preguntas, es el tipo de artistas que convierten este mundo en un lugar mejor.
TRACK BY TRACK
‘Yo te quiero pero…’ se publicará a primeros de 2024 con varios adelantos. Junto a la propia Alba repasamos las cinco canciones que lo conforman:
No me queda na
“Una bulería por soleá encubierta” según la propia artista. En cuanto a las letras, Alba la reconoce como una declaración de intenciones: “Dice que ya no me queda nada por gestionar en la vida, pero estoy aquí plantada para afrontar todo lo que venga; es una declaración de carrera, de empoderamiento, de principio de una nueva etapa”. A nivel musical destaca el minimalismo y la presencia vocal como buena carta de presentación de todo el EP.
Yo te quiero pero
Cuenta Alba que se trata de una oda al pop melódico español por la letra, la armonía y la melodía. Cuando habla de la producción, Alba tira de referencias claras aunque haya que desenmarañarlas: “Siempre digo que esta es como si Ana Torroja se liara con James Blake”. En cuanto a las letras: “Es una pareja que conocí que no tenía tiempo para verse por todo el trabajo que tenían que hacer. Habla del sistema en el que vivimos en el que tenemos esa necesidad de estar produciendo y creando porque si no, no nos sentimos realizados”.
Otra vez
“Habla de una ruptura pero que habla desde un punto de vista que no se trata mucho”, explica Alba. “Es cuando has querido a alguien, pero porque has estado sola y te has apegado a esa persona sin saber si realmente estabas enamorada, pero la ruptura igualmente duele”. Sobre la producción: “La hice pensando en algo muy pop, es un sinte, un beat y las voces”.
Me siento muy triste
“Yo la llamo una bachata eclesiástica”, cuenta Alba entre risas. “Juega con la bachata, con los sintetizadores y los órganos filtrados”, explica mientras reconoce aquí también cierta influencia del pop de Mecano en los primeros segundos de la canción.
Mi hermano
Se trata de una de las canciones más personales de este trabajo: “Tenía muchas ganas de hacerle una canción a uno de mis hermanos. Es la perlita emocional del EP”. “Es una canción muy minimalista porque está construida sobre sintetizadores y la voz”, explica.