Pocas cosas que unan más que la música pop. Javier de Torres y Roger Sincero conectaron una vez en torno al amor por las canciones y eso es un compromiso de por vida. De los de “si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o calle para siempre”. Tras tres (estupendísimos) discos juntos en los que conjuraban la melodía, la inteligencia y la melancolía, ahora se vuelven a aliar en un nuevo proyecto que supone otro piso en su particular torre de la canción. No lo hacen solos, pues Adriana Sincero y Julia De Torres se unen al plan, formando un cuarteto que recibe por nombre Bravender.
Como era de esperar, conociendo los antecedentes de los implicados, aquí se trata de la búsqueda del pop pluscuamperfecto. Su primer minielepé lo forman nueve piezas de corta duración que se adhieren a la mente del oyente irremediablemente. No sabes si suena a presente, futuro o pasado. Es el poder de las melodías atemporales, de los arreglos ingeniosos, las estructuras inesperadas y de las letras inteligentes. Hay ironía y humor, pero nunca cinismo. Ocurre en la inicial Logic Teacher, una carta de amor tongue-in-cheek llena de ternura que sirve como puerta de entrada al mundo Bravender. Un universo color sepia, como de postal antigua encontrada en un cajón. Sergio cambia al castellano, que aquí el bilingüismo es total. Un precioso piano conduce la canción, demostrando que cuando hay belleza, menos es siempre más.
When It Comes to Forget funciona con la precisión del bisturí de un cirujano. Parece salida del Brill Building y es, básicamente, perfecta. Una de esas canciones alegres-pero-tristes que hacen que tu vida sea mejor. De ahí, al encanto trémulo de Pomerol, que va creciendo con sutilidad hasta acabar a lo grande, una de las joyas de la colección. I Wouldn’t Like to Be You parece un clásico de The Cars. Te pregunta: “tiene que ser una versión”. Pero no, es así de buena. Inverted, tema de inspiración nuevaolera que pasa como un santiamén y que te obliga a volver a darle al play de forma compulsiva.
El trío final hace que esta obra homónima deje el mejor sabor de boca posible. Belle And Sebastian firmarían grabar una canción como I’m not Smiling, It’s Just the Sun, mientras que Tuve un novio argentino es puro disfrute y sarcasmo. Piel, punto final, es una vuelta al principio: una carta de amor a la música, a la amistad, a los seres queridos. A los motivos por los que merece la pena meterse de lleno en todo este lío de la música. Por muchos años…