Cariño y Natalia Lacunza, o Natalia Lacunza y Cariño. Qué más da. Al fin ha llegado el momento de presentar “Modo Avión”, la colaboración necesaria entre un grupo de artistas que bien podría reflejar la metáfora del tiempo en que vivimos: se acabaron las barreras, los prejuicios, y los géneros; ya solo valen las canciones. En el momento en que surgió esta unión solo importaban las ganas de divertirse, de brillar, y de hacer algo fresco, directo, y sin pretensiones. Una canción que presentase a una generación entera capaz de permitirse el lujo de hacer lo que quisiera.
Tras el éxito de “Excusas” y “Te brillan”, los últimos singles con los que Cariño presentó su candidatura para convertirse en una de las grandes bandas de pop de los últimos años, ahora llega “Modo Avión”, el himno definitivo que viene a confirmar el estatus de importancia que el grupo llevaba tiempo reclamando. Y lo hace de la mano de Natalia Lacunza, una artista que ha sido capaz de romper el estigma del éxito para convertir su música, sus influencias, y su forma de entender las canciones, en su única carta de presentación.
A lo largo de los dos últimos años, las canciones de Natalia han abrazado referencias que iban desde el bedroom pop al RnB o al Soul, pero sin olvidar una marcada vocación pop: de presentarse en sociedad con el éxito de “nana triste” – canción que presentó al gran público de Guitarricadelafuente – a acabar el 2019 con “Ep 2”, una colección de canciones más minimalistas en las que colaboraba con artistas como Mori o Bronquio. Y es que si algo ha ayudado a construir su estilo propio y personalidad, es su búsqueda constante de talento: de Sen Senra a Marem Ladson, pasando por el fenómeno de Guitarricadelafuente. Quizá Natalia Lacunza además sea la A&R más importante de su generación, y su unión con Cariño, no haga más que afianzarlo.