La ascensión al estrellato de Depresión Sonora no para. El último hito del madrileño es formar parte del cartel de la próxima edición del Festival de Coachella, uno de los eventos musicales más multitudinarios y con capacidad de impacto de cuantos se celebran en Estados Unidos y, por extensión, del planeta. El certamen californiano tendrá lugar los fines de semana del 12 al 14 y del 19 al 21 de abril y, en él, Depresión Sonora compartirá escenario con algunos de los artistas más importantes del planeta como Lana del Rey, Tyler The Creator, Blur, Doja Cat, J Balvin…
Marcos Crespo, la persona detrás del proyecto Depresión Sonora, nació en Vallecas en 1997. El apunte biográfico no es capricho: las temáticas de sus canciones exploran las inquietudes de un veinteañero de extrarradio en su cruce por las turbulencias emocionales de la etapa vital que afronta. En el apartado musical, se nutre del post-punk originado en décadas pretéritas, pero su discurso radiografía un presente que es el suyo y el de toda una generación fatigada, ansiosa y empujada sin alternativa a la hiperproductividad. Sus letras guardan un valor documental, testimonio de su propio tiempo. Si no has crecido en este contexto de dominio digital y recesiones económicas, tal vez te cueste un poco más entenderlo, pero lo vas a poder disfrutar igual. Depresión Sonora tramita el pasado y el presente para sonar contemporáneo y necesario.
Su ya mítico primer EP homónimo fue el primer aldabonazo de una carrera en constante crecimiento, hecho que confirmaron sus siguientes canciones y, especialmente, su esperadísimo -y aclamado- primer álbum, El arte de morir muy despacio. Ahora llega su EP Makinavaja, en el que afianza su sonido y abre a la vez nuevas puertas al pop. Depresión Sonora estará en marzo en La Riviera, de Madrid, dentro de la Bee Week 2024.