Tras un par de EPs y un buen puñado de singles y colaboraciones, empezamos a conocer al vallecano Marcos Crespo: un tipo sensible y de mecha corta; con sus demonios, como todos. Tal vez eso explique por qué sus canciones conectan con tanta gente. En “Veo tan dentro” los exorciza echando mano de ritmos sintéticos y punteos magnéticos, un sonido que, pese a no tener una discografía muy abultada, es reconocible al instante. Digital pero con los pies en la tierra. Marca de la casa Depresión Sonora.
Echando la vista atrás, queda claro cada paso que ha dado le ha conducido hasta aquí, hasta la publicación de su álbum debut. “El arte de morir muy despacio” llegará el próximo 4 de noviembre en digital, aunque habrá que esperar un poquito más, hasta el 18 de noviembre, para tenerlo en físico. Si unimos los puntos, la trayectoria de Depresión Sonora es de lo más coherente aunque todo haya saltado por los aires: de soltar sus canciones en las catacumbas de internet a publicar el que es uno de los lanzamientos más esperados de la temporada. En esto hay atajos; queda claro que, además de ver tan dentro, Marcos Crespo ve muy, muy lejos.
