Fresquito y Mango no esperan por nadie. La propuesta de los maños, tremendamente conectada al ahora, se conjuga en presente continuo. Si forman parte del selecto club de los artistas que están rompiendo esquemas es por su capacidad para explicar un momento y un contexto. Si no estás, te lo pierdes. Letras descarnadas, producciones plagadas de ganchos y una fórmula pop que en “Otomo” se ensancha para sonar aún más grande. El piano del arranque, delicado y sugerente, da paso a un estribillo de ritmo quebrado y pegada incontestable. A partir de ahí, todo queda a merced de un beat arrebatado que bordea el eurodance. Eufórico pese a lo amargo de su letra, contagioso e irresistible en su invitación al contoneo.
“Otomo”, que recibe su nombre del creador del popular manga Akira, marca el inicio de una nueva etapa para el conjunto. Su sonido así lo certifica, marcando cierta distancia con su material anterior, aunque las referencias a la cultura japonesa siguen tan presentes como en entregas previas. “Sin Noticias de Okinawa”, su EP de 2021, consolidaba su posición como una de las formaciones más prometedoras del panorama nacional. 2022, con lo que sea que vendrá, ha de ser el año de su confirmación.