La fortaleza siempre ha estado en el interior. Y nadie lo tiene más claro que Juicy Bae. Después de transitar los claroscuros del amor y la industria, regresa más segura que nunca dando un golpe en la mesa. Para ello lanza El Secreto, editado por Sonido Muchacho, su segundo LP de estudio oficial, donde demuestra todo lo que siempre ha estado en ella y pocos se atrevían a aceptar. “25 años de beef por no encajar en su opinión” pero ganando adeptos a cada tema que lanza.
Cómoda en su propia piel, realiza un ejercicio consciente de técnica y composición, para liberarse, de una vez por todas, de los estigmas vinculados a todos aquellos que encontraron su plataforma en el nacimiento del trap nacional. Se desprende de la coraza que le proporcionaba el autotune y nos muestra un voz prácticamente al desnudo. Más cruda y sincera, no deja margen para las apariencias. No se trata de tener una voz normativamente celestial, y sino de tener aquello que va más allá para tener una capacidad inconfundible para transmitir.
En este trabajo nos desvela una voluntad de experimentar más allá de su zona de confort. Ella misma lo etiqueta como “su particular manera de hacer pop” dentro del género urbano, aunque no pierde la esencia. Tanto entonando canciones más melódicas, como volviendo a la pureza del rap. Bajo el paraguas del género, encontramos desde el más puro reggaeton (SOLtera nunca solA), o su variante más pop, que nos puede recordar a la grandeza de Kali Uchis, hasta baladas minimalistas a piano (CUpido), pasando por sus característicos y ágiles freestyles, bases cercanas al dream cloud (TRANQUILA), agresivas bases rítmicas rotas por el punteo suave de una guitarra o R&B inspirado en grandes momentos del hip hop de finales de los noventa principios de los dos mil.
La composición del disco se basó en la vuelta a lo orgánico, lo esencial. Del mismo modo que disminuyen los retoques en la voz, las bases de las canciones nacen de pequeños acordes en piano o progresiones a la guitarra rehuyendo, en cierta manera, la hiperdigitalización. De esta manera, Juicy Bae recobra el control de hasta el más mínimo detalle. Una idea de pureza que también se mantiene en su narrativa. Con una sinceridad arrebatadora nos abre su corazón, su deseo y las contradicciones que allí se encuentran. Su secreto siempre fue ser capaz de ser vulnerable y dejarse ver más allá del posado de tipa dura. En esta ocasión, después de un largo periodo de soledad y autoconocimiento, revisiona sus relaciones del pasado y sus anhelos para intentar huir de comportamientos tóxicos que había arrastrado durante años. Un aprender a estar y a aceptarse a sí misma, reconocer su valor y no volver a caer en errores del pasado.
Y como ella misma dice, soltera pero nunca sola. A lo largo del setlist la encontramos acompañada de grandes nombres como Hoke, con quien abre el disco, Villano Antillano, una coronación trap con La Zowi, la chilena AKRILLA, a quien ya acompañó en su disco epistolares, y grandes promesas del momento como Ahbir, Diego900 o L’haine. Además, en la producción cuenta con su fiel compañero PMP, con quien firmó su anterior mixtape, editada también dentro de Sonido Muchacho, y la que ha sido su mayor descubrimiento hasta la fecha, Alba Arias.
