Cuando se tienen las cosas tan claras como María Blaya se puede sacar una canción que se llame Grande y que automáticamente pienses que es verdad, que esto va a ser grande. La capacidad de la compositora para dar en el centro de la diana emocional del oyente queda aquí patente de nuevo. Por si no estaba claro: Blaya deja de manifiesto que habita su propio universo creativo. Un mundo en el que marca sus propias normas y en el que los estribillos pegadizos (no va a ser fácil quitarse de la cabeza lo de “Cuando el tiempo pase/y yo me haga grande”) se combinan con estructuras absolutamente originales, arreglos mágicos y una interpretación vocal que es pura sensibilidad.
María Blaya se muestra a la vez frágil y empoderada. “Ahora quiero que me maten/porque ya lo he hecho antes”, confiesa con brutal honestidad. En lo musical, palmas, beats, glitches de voz y guitarras analógicas forman un enjambre sonoro único. Nadie suena como ella y, a la vez, su propuesta resulta automáticamente familiar, como si siempre hubiera estado ahí. La producción corre a cargo de Anxo Ferreira, Manuel Blanco y la propia María. Brian Hernández se ha encargado del mix y master y en la composición ha participado también su hermana Cristina. María se va a hacer grande y va a ser ya.