Hay noticias que mejoran el día de forma automática. Contar con una nueva canción de Nudozurdo, cinco años después, es una de ellas. Pero no solo es la novedad, sino que sea un tema así de emocionante. Una atmósfera crepitante deja paso a una voz reconocible: Leo Mateos está de vuelta. Hay luz y oscuridad, en una pugna que está en la música, en la naturaleza y en la vida. Para cuando llega el estribillo, estás irremediablemente atrapado. Entran las guitarras, esas guitarras que son marca de la casa de Nudozurdo y que nadie ha sabido replicar. Rock sinuoso, dejando entrever la melodía de forma oblicua, hasta una coda final que pasa como un huracán. Nudozurdo está de vuelta, es un hecho y hay que celebrarlo.
La banda capitaneada por Leo Mateos y radicada en Madrid regresa con un single que se encarama desde ya a lo mejor de un repertorio que les ha convertido en uno de los grupos más apasionantes que ha dado el panorama independiente nacional este siglo. De personalidad desbordante y búsqueda continua de nuevos parámetros, Nudozurdo se vuelve a subir a los escenarios.
Todo un acontecimiento que viene a sacudir la escena musical. Ellos no necesitan grandes titulares: su trayectoria habla por sí misma. Hasta el momento, han publicado seis discos: Nudozurdo (2002), Sintética (2008), Tara Moto Hembra (2011), Ultra presión (2012), Rojo es peligro (2015) y Voyeur Amateur (2017).