Encontrar en 2024 a una artista que transita su propio camino y que, a la vez, resulta completamente contemporánea y relevante es un pequeño milagro. En un momento en el que se siguen los patrones que supuestamente conducen al éxito, Marta Movidas ha construido un universo único, personal y fascinante. Se trata de construir su propia senda de baldosas amarillas, edificando un repertorio irresistible formado por canciones llenas de melodía, inteligencia y talento.
Que nada en Marta Movidas (el seudónimo de Marta España, nacida en Guadalajara y residente en Madrid) es típico ni responde a lo habitual lo demuestra ya desde el principio su trayectoria musical: además de su cada día más consolidada carrera de música pop, es arpista, bajista, teclista y doctoranda en musicología, disciplina a través de la cual ha realizado una exhaustiva investigación sobre música popular urbana.
Tras participar en varias bandas, su proyecto personal nació en 2020, con puntos cardinales esenciales tales como el pop nipón y la canción antigua. Desde el primer momento, se pudo detectar que Marta cogía esos referentes para llevárselos a su terreno y entregar su visión única e innegociable. Como un cuadro puntillista formado por un millón de retazos que coge forma al añadir un poco de perspectiva. Canciones como ¿Por qué dices que somos amigos si ni siquiera somos amigos?, Las fotos de tus amigas están en mi congelador o Mira lo que me has hecho hacer (a cualquier santo le rezo) dejaban entrever de primeras no sólo la capacidad de la autora para facturar hits incontestables, sino también su facilidad para dar con letras generacionales llenas de ironía e ingenio.
Esas primeras entregas se recopilaron en 2021 en Os castigaré, trabajo que situó a Marta Movidas como una de las revelaciones de la temporada, llamando la atención de crítica especializada y, sobre todo, de un público fiel que no ha parado de crecer desde entonces y con el que la autora ha establecido una relación estrecha y especial. En aquel cóctel sonoro cabían sintetizadores cremosos, cajas de ritmos, guitarras afiladas. la carismática voz de Marta y mil detalles más que la situaban como nota al margen en la escena independiente nacional.
A lo largo de 2022 y 2023, ya bajo la etiqueta Sonido Muchacho, siguió publicando muestras de su inagotable talento, cada vez más enfocado, potente y con capacidad para conmover al oyente. Cuatro de esas entregas (La flor de loto florece dos veces, Por el humo se sabe dónde está el fuego, Pájaro de tres alas y Malhaya quien nace yunque) fueron incluidas en el EP Yunque, trabajo que -de alguna manera- sirve como primer capítulo al nuevo disco de Marta Movidas.
Con el título de Martillo y previsto para este mismo año, supondrá un salto de gigante en la carrera de la alcarreña-madrileña. Producido y grabado por Bearid y mezclado por el estudio de Yoshinori Adachi a ritmo de city pop, future funk y, simplemente, pop atemporal, presenta una colección de himnos que se irá desvelando en los próximos meses y que, insistimos, muestra a una artista en estado de gracia.
