“Rock y amistad” comenzó como un lema micro-comunitario que trascendió hasta un concepto universal. La música y la buena compañía son los pilares fundamentales de cualquier melómano que se precie. Vas a un festival, escuchas el grupo que te gusta, miras a tu alrededor: te encuentras rodeado de la gente a la que quieres y piensas “rock y amistad”. Después aparece en tu cara una mueca cómplice, una sonrisa a medias, porque ninguna banda ideó nunca un branding mejor que el power-trío de Barcelona. Yago, Arnau y Pol llevan la amistad por bandera, y tal compromiso supera el mero eslogan: a lo largo de su trayectoria han colaborado con más de una decena de bandas hermanadas.
Así, lo de Mujeres va más allá de una estrategia de marketing, y es que la banda predica con el ejemplo. Hace unas semanas nos presentaban “Un final ideal”, mano a mano con SVPER. De hoy es “Cardio y caladas”, en co-autoría con sus vecinos La Élite. Su nuevo single expande el universo sonoro de los catalanes, que se acercan al synth-punk industrial del dúo conformado por David Burgués y Nil Roig. De hecho, la grabación y la mezcla corren a cargo del segundo, estrechando lazos en una colaboración que va más allá del simple featuring: Mujeres no te piden que cantes unos versos, sino que se tiran de lleno a la piscina contigo para construir en conjunto y desde cero. Ambas composiciones se incluyen en un maxi single que estará a la vuelta después de verano: un producto colaborativo porque, tal y como afirma la propia banda “es mejor con gente, ¿no lo ves? Estallidos de apego que se dan en sociedad”. “Cardio y caladas” mantiene el espíritu autodestructivo de La Élite y la epicidad coreable de Mujeres, bajo una lírica que versa sobre nocturnidad y juerga: probablemente, no haya nada más rockero y amigable que la madrugada y sus festejos.