Si algo ha caracterizado la carrera de Perro es la fortaleza de sus discos. Tienen singles y jitazos, sí, todos los conocemos. Pero en sus elepés es donde siempre han encontrado hueco para seguir abundando en una personalidad única en la música underground nacional. Esa sensación de que no hay canción mala en el repertorio de Perro se está poniendo de manifiesto como nunca en los adelantos de su inminente nuevo trabajo.
Ahora llega el turno de Gracias, de nada, última entrega antes de la publicación de ¿Te acuerdas?, elepé que recupera la mejor versión de la formación. Grabado, producido y mezclado por Marco A. Velasco en los estudios El Mirador de Alhama de Murcia, supone una suerte de vuelta a las raíces en la que se subraya su facilidad para facturar canciones iconoclastas que aúnan melodía, estructuras oblicuas y letras inteligentes.
Gracias, de nada arranca a toda pastilla, sin preámbulos ni historias: guitarras aceleradas, sección rítmica crujiente y una letra a medio camino entre la pasión, la ironía y la inteligencia. Ingredientes habituales en la trayectoria de los murcianos que, tras un tiempo de parón, regresan con toda la fuerza del mundo y el convencimiento de que sí, de que tal y como indica su título, de Perro era imposible olvidarse.